lunes, 13 de abril de 2009

R: 14 de abril.


Desde RedesIU participamos en los actos de reivindicación republicana que se realizan en la península en conmemoración de la II República, con una proyección política combativa para avanzar a la Tercera.


La II República entró con muy bien pie con la explosión de la movilización popular revolucionaria que la impuso. La burguesía y sus dirigentes se tuvieron que adaptar para cabalgar en la revolución con el objetivo declarado de mantener su propiedad privada, impedir el desarrollo revolucionario democrático y social, golpear y derrotar al movimiento obrero. En la izquierda quienes mejor se adaptaron a los nuevos tiempos fueron el PSOE y la UGT, pero quien captó la profundidad del fenómeno estaba en las masas de la CNT, la central anarco sindicalista, aupada por la clase obrera que entendió el cambio político republicano como su hora y en parte su obra. Otros actores también comprendieron que se trataba de los avances de una revolución social, incluso que los cambios políticos republicanos necesitaban profundizarse con situar la democracia ibérica en el Siglo XIX, con los derechos de voto, mayoría de edad 18 años, igualdad formal de género, una escuela pública, derecho de autodeterminación para los pueblos ibéricos. El Bloc Obrer y Camperol de Maurín (heredero de la Federación Comunista Catalana-Balear) y la Izquierda Comunista de Andreu Nin y Andrade (surgida de la Oposición Comunista de Izquierdas) se unieron al fundar el P.O.U.M. (Partido Obrero de Unificación Marxista, setiembre de 1935). Ahora bien, hubo quien la acogió con el paso cambiado. El PCE oficial la denostó en nombre de la instauración inmediata de la revolución proletaria soviética, posición que no abandonó casi hasta la insurrección de Asturias de 1934, y con los dictados de la Komintern (III Internacional Comunista) que decidió la táctica del “Frente Popular” frente al ascenso del fascismo (en 1933 Hitler fue elegido en Alemania).


Este aniversario transcurre en el proceso que Izquierda Unida ha esbozado como el de refundación con una Convención abierta y amplia de la izquierda. Es momento de abrir cauces, construir puentes, practicar la inmersión en los movimientos sociales, barriales, y en el sindicalismo, enriquecer la pluralidad social e ideológica, situar ideas y personas coherentes y creíbles en la acción cotidiana, desde la calle, la fábrica, aula, hasta los parlamentos y consistorios, sin dejarse arrastrar por los cantos de sirena de la gestión gubernamental de las políticas de derechas o de connivencia o adaptación con los negocios de los grandes propietarios y especuladores. La refundación es para una izquierda combativa y unitaria que defienda irreductible las necesidades trabajadoras, y se enfrente sin excusas ni dilaciones a la crisis económica y a las clases y poderes que la provocan, incluidos los institucionales que actúan para salvar el sistema social y político actual.


Imagina nos plantea una entrada “14 de abril: el momento de levantar las compuertas era inquietante…” del libro “La Revolución española, 1931, y nos lleva a un vídeo IU sito en lo que cita como bloguero de mucho abarque.

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