viernes, 29 de agosto de 2008

Una fuerza movilizadora

Para volar con nuevo ímpetu y resolver su crisis de existencia, Izquierda Unida necesita convertirse en una fuerza movilizadora, unitaria y útil para las necesidades y demandas a ras de suelo.

La cuestión de fondo de la 9ª Asamblea federal de IU, no está tanto en quienes se hagan con la dirección de esta organización de la izquierda transformadora, sino en su capacidad colectiva unitaria de asumir y pelear por las reivindicaciones trabajadoras y populares existentes.

Para conseguirlo a IU le conviene ampliarse y enriquecer su pluralidad. La asamblea federal de noviembre ha de promover una amplia Convención para la izquierda. Para una izquierda movilizadora que combata las políticas neoliberales, fomentando alternativas a las políticas y gestión socioliberal del PSOE, y de quienes asumen responsabilidades gubernamentales.

Alternativas

El margen de actuación política para una fuerza de izquierdas del tipo de IU es muy limitado, constreñido entre un PSOE gubernamental socioliberal y un PP que moviliza la reacción en la calle, con muy poca movilización trabajadora. Por supuesto IU, e ICV, es casi testimonial en el Parlamento. Ahora bien, esta mínima voz parlamentaria estatal, junto a las autonómicas y municipales, adquieren una gran importancia en la propaganda de alternativas económicas, sociales, y cívico democráticas. Incluso en la denuncia práctica de la extrema especulación existente, con actuaciones honestas tan educativas y valientes como las del alcalde de Seseña.

La izquierda transformadora necesita combatir a los poderosos desde las empresas, a su dominio del aparato estatal y las leyes que favorecen a las clases dominantes, a sus políticas neoliberales; hemos de impedir que la derecha más reaccionaria gane con el PP, mientras hay que hacer frente a la gestión socioliberal gubernamental del PSOE, hay que oponerse a que el gobierno vaya a derecha, presionarlo para conseguir políticas de izquierda favorables a la gente trabajadora, a la vez que se trabaja para promover y forjar políticas alternativas reales de izquierdas, sin que se pueda beneficiar el PP.

Para que esta estrategia tenga algunos visos de resultados se necesita utilizar todas las posiciones sociales, sindicales, y políticas, para movilizar a las clases trabajadoras. Y por supuesto la movilización popular es imprescindible para que prosperen alternativas de izquierda y una organización como Izquierda Unida.

La asamblea de IU ha de centrarse en responder a la crisis económica y la defensa de los derechos sociales de los asalariados; la financiación de las autonomías, en las que se concentra la mayor parte del gasto social; el derecho a decidir con la consulta planteada por el Lehendakari Ibarretxe y el gobierno vasco; la orientación de la política antiterrorista hacia el diálogo y la negociación política con todas las partes implicadas, derogando las leyes antidemocráticas como la de Partidos políticos; y la democratización del marco constitucional (Ley electoral, Plurinacionalidad y derecho a la autodeterminación, Soberanía ciudadana plena hacia instituciones republicanas).

Plural

Sobre estos cinco ejes, IU debe elaborar propuestas claras que puedan ser debatidas y aprobadas en la asamblea. El consenso para una nueva dirección federal solo puede surgir de un debate abierto sobre estos temas, no del reparto de parcelas de poder entre direcciones de federaciones o corrientes. En este sentido, sería un grave error promover una refundación de IU sin contar con la participación de sus diputados y senadores, que son su parte más visible en la política estatal.
La opción uniideológica, ni en torno u homogénea con la dirección del PCE es inviable. La nueva IU ha de ser fermento para nuevos gérmenes de conciencia de clase, a partir de la dispersa y fragmentada variedad actual. Esta izquierda debe poder incorporar una gran pluralidad ideológica, desde segmentos socialdemócratas, movimientos anti neoliberales y anticapitalistas, tendencias democráticas, pacifistas, ecologistas, feministas, revolucionarias, socialistas, marxistas, libertarias, y otras que se contrapongan a las injusticias del sistema social y político.

Una nueva organización de la izquierda transformadora promovida desde IU, ha de ser y percibirse como algo útil, unitario, asambleario y democrático entre su afiliación y entre sus votantes. El epicentro de su acción municipal y parlamentaria ha de pasar a situarse en la empresa, en el barrio, el centro de estudio, las entidades y organismos más cercanos y directos de la gente trabajadora y jóvenes.

Las plataformas

La novena asamblea de IU se prepara con tres plataformas diferentes. Quizás vamos a tres escenarios. Se pueden hacer trizas entre quienes las defienden, por rupturas o estallido; puede erigirse una en dominante, o tal vez juntarse dos contra la tercera, pero con el lastre de no poder dirigir al conjunto, y el agravante de que el sector minoritario se escindiese; o aún se consiga in extremis construir un acuerdo político de consenso, basado en una plataforma plural y complementaria de propuestas políticas que reflejen y permitan conectar con los problemas políticos del conjunto de los trabajadores y trabajadoras y de la izquierda de una manera unitaria y no sectaria, para crear una creciente presión a la izquierda del gobierno Zapatero que pueda abrir mediante la movilización la perspectiva de un cambio a la izquierda en la correlación de fuerzas.

IU abierta. Es el núcleo de la antigua mayoría de la dirección en torno al coordinador general saliente, y único diputado estatal de IU, Gaspar Llamazares. Cuenta con el apoyo de la Federación asturiana, y de EBB Euskadi. Establece junto a la contradicción capital-trabajo, otras contradicciones ecológicas y cívicas, a las que da la mayor importancia.

IU tiene futuro. Se forma desde la antigua mayoría de la dirección, por reagrupamiento del eje IU Madrid con Cataluña (EUiA), con el único senador de EUiA, Joan Josep Nuet. Considera básica la contradicción social, e incorpora la pluralidad nacional con la defensa del derecho a la autodeterminación.

IU anticapitalista. Dirigida por el Comité Central del PCE, con el único eurodiputado de IU, Willy Meyer. Se apoya en IU Andalucía y EU País Valencià. Hace énfasis en una mayor homogeneidad ideológica republicana y anticapitalista, con una confrontación directa contra el PSOE y el gobierno, tal vez considerando secundario al PP. Es excluyente de las posiciones de tipo ecosocialista.

Otros sectores críticos del PC de Andalucía y en las federaciones, o como la CUT, forman un cuarto segmento sin participar por el momento en los manifiestos oficiales.

La corriente Redes de IU, en la que nos agrupamos la gente del POR, junto con muchas otras personas activistas de las federaciones, forma parte tanto de IU abierta como de IU tiene futuro. Desde estos manifiestos trabajamos para un acuerdo político de consenso que impulse el progreso unitario de IU. Nos hemos centrado en defender la movilización social, los Foros y movimientos sociales, el derecho a la autodeterminación y una concepción federal plurinacional, el diálogo para la resolución del conflicto vasco, la atención a la juventud, la inmigración, y a la causa de la igualdad y maltrato de las mujeres.
Movimiento

Los conflictos como las finanzas y los censos han de resolverse por acuerdo consensuado, para sanear la democracia, ajustarse a las nuevas realidades en las federaciones, sin chantajes ventajistas, pero no deben usarse para bloquear el debate ni la acción, ni para justificar rupturas.

El pacto básico entre Federaciones ha de incorporar la existencia de corrientes y tendencias federales, y a la dirección federal. La experiencia de diálogo y consenso de la Comisión unitaria quizás sirva de precedente, como tentativa de aunar acuerdos y diluir conflictos, en un movimiento de izquierdas.

La afiliación de IU está harta de que las personas dirigentes se acuchillen. Aún más cuando resulta un deplorable espectáculo en la prensa. Percibo un sentimiento generalizado en las asambleas de base de no desear la pelea, de conseguir la unidad, de que las y los dirigentes se sometan al colectivo y eviten nuevas rupturas, y sobretodo de trabajar para que IU prosiga y contribuya a engendrar al nuevo movimiento de izquierdas.

Una organización movimiento ha de conseguir nuevas fórmulas positivas de acción y de funcionamiento para la izquierda.

Francesc Matas Salla *

* Miembro del CPF y de la Permanente de IU; portavoz de Redes en la Comisión unitaria.

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