Intervención de Wilebaldo Solano, en el acto de Homenaje a Nin-Berneri, en el Palau de la Virreina de Barcelona, en el setenta aniversario del secuestro de Andreu Nin.
Nunca olvidaré aquel 16 de junio de 1937. Para muchos fue, sin duda, un día más en la Barcelona herida
Desde las jornadas de mayo, el POUM había adoptado medidas especiales para protegerse de una posible represión. El comité ejecutivo ya no se reunía en el local central del partido. Lo hacía en otros lugares y, con frecuencia, en una discreta sala del palacio de la Virreina.
La reunión del 16 de junio comenzó hacia las 10 de la mañana bajo la presidencia de Andreu Nin. Estaban presentes Pedro Bonet, Juan Andrade, Jordi Arquer, Julián Gorkin, Gironella, Narcis Molins i Fábrega y el autor de estas líneas. Josep Rovira, jefe de la 29ª División, se encontraba en el frente de Aragón. Después de un profundo análisis de la situación política y de la evolución de la lucha militar iniciado
Los tres problemas más apremiantes podían resumirse así: la defensa de nuestra prensa, los últimos preparativos del congreso del POUM, que tenía que inagurarse el 19 de junio, tres días después, en el Teatro Poliorama, y la preparación de una im
Nuestro diario, La Batalla, estaba suspendido; y su director, Julián Gorkin, tenía que comparecer ante un tribunal popular el día 18. La decisión fue que Gorkin se presentara ante el tribunal para defender al partido contra las calumnias estalinistas y convertirse en un verdadero acusador. En Barcelona las cosas no podían desarrollarse como en Moscú.
A este propósito, vale la pena recordar que, desde hacía tres semanas, Juventud Comunista, semanario de nuestra organización juvenil, se publicaba con una paginación más im
La reunión del comité ejecutivo del POUM -que iba a ser también la última presidida
Yo me enteré de la detención de Nin pocos minutos después, en el local de
Inmediatamente, sobre la base de las pruebas de imprenta que ya poseíamos, rehicimos la primera página de Juventud Comunista, denunciando a siete columnas la detención de Nin. Luego, salimos para la imprenta de Baños Nuevos, donde tratamos de introducir las modificaciones de maqueta que se imponían y sacar enseguida el periódico. Vimos las formas al pie de la rotativa y, cuando nos aprestábamos a organizar la difusión en masa del semanario
Salimos de la imprenta de Baños Nuevos hacia las seis de la tarde, ebrios de furor, pero decididos a organizar
Era un 16 de junio. En Barcelona lucía un sol espléndido y el azul del cielo era realmente maravilloso. Lejos, en los parapetos de los frentes de Aragón, de Levante y de Andalucía, y en las propias trincheras de la Moncloa, militantes del POUM y de la JCI luchaban y morían mientras sus dirigentes eran calumniados, detenidos y, pronto, hasta asesinados. Al día siguiente, en las calles de Barcelona, las gentes leían asombradas en los muros: "¿Dónde está Nin?". La prensa, sometida a la censura, no dijo nada hasta el día
Wilebaldo Solano
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