Celebración de elecciones democráticas que pongan fin a la dictadura militar
El asesinato de Benazir Bhutto es un nuevo salto en el enfrentamiento político, la violencia y la desestabilización que sufre Pakistán.
El país está gobernado
Todavía no está muy claro quien es el principal responsable del cruel asesinato de Benazir Bhutto. Unos dicen que Al-Qaeda y sus seguidores, otros afirman que los poderosos servicios secretos pakistaníes. De hecho, la llegada de Bhutto al país el pasado mes de octubre ya significó un baño de sangre
Benazir Bhutto era la representante de una familia que ha dirigido tradicionalmente el Partido del Pueblo de Pakistán (PPP), nacido al calor de las movilizaciones populares de finales de los años 60. Su padre, primer ministro en los años 70, fue depuesto
Porque si el asesinato de Benazir es un golpe a los esfuerzos para democratizar el país, lo es también a los planes del imperialismo americano que desde los años 80 del pasado siglo dio a Pakistán un papel central como potencia regional. En primer lugar, en la lucha contra la invasión soviética de Afganistán, armando y animando a los fundamentalistas islámicos para enfrentarse al ejército soviético. Esa ayuda reforzó a los fundamentalistas islámicos, llevó a los talibanes al poder en Afganistán y a que determinadas zonas de Pakistán cayeran también bajo su control.
La invasión de Irak volvió a reforzar el papel de Pakistán dentro de los planes imperialistas, como un peón para controlar la zona y como un tapón ante India y también China. Pero todo eso debilitó a la clase dirigente del país y especialmente a la dictadura militar, que fue perdiendo legitimidad.
Cada vez con mayor frecuencia las masas se fueron oponiendo a la dependencia imperialista de sus gobernantes, que además significaba una pérdida de derechos, libertades y condiciones de vida. Cada día con más fuerza empezaron a exigir las libertades, mejorar sus condiciones de vida y romper con la estrecha alianza con los imperialistas en las guerras de Irak y Afganistán. Ahí están las claves de la crisis en el país... y también de su resolución.
Quizás la grave crisis de Pakistán pueda encontrar una vía de solución si la rabia y la protesta
Cuando el pasado mes de noviembre Musharraf dio un autogolpe de estado, participamos solidariamente en los actos organizados
Partido Obrero Revolucionario (POR) – Cuarta Internacional
29 de diciembre 2007
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