Otra izquierda es posible y necesaria

Empiezo dando la razón a los sectores de jóvenes combativos en mil causas parciales y en algunas generales. Unas fundamentales, otras accesorias, y aún las de tipo ético e ideológico, que sitúan utopías como algo más deseable y corpóreo que la realidad concreta actual.

Ahora bien hemos de abrir los ojos. Buena parte de esos grupos de jóvenes que incrementan su conciencia política a golpe de movilización, nutren la tendencia que formula que no quieren esa izquierda tal cual la conocen. Esa gente joven peleona, dispuesta a dedicar su tiempo a la lucha social y política, están en contra de los políticos al uso. Sueñan con cambiar el sistema político e institucional, y en parte el sistema social. Y tienen su razón. Buenas razones. Aunque quienes adoptan postulados revolucionarios y de clase trabajadora sea un segmento muy minoritario.

Es notable que esa gente joven sea capaz de apostar por una perspectiva de izquierdas comprometida con los sectores más necesitados y pobres de la población.

Tienen razón en buscar una nueva perspectiva. Tienen razón en sus tanteos por forjar otra izquierda útil para la movilización social y política.

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Otra izquierda

El movimiento otro-mundo por una parte, y el reciclaje de organizaciones políticas clásicas, confluye en la misma conclusión de que se necesita otra izquierda, y que es posible construirla. Otro factor es la continua renovación generacional en los sindicatos. Esos son los ingredientes o utensilios disponibles con los que hay que partir para forjar esa otra izquierda.

Esa otra izquierda necesita construirse fortaleciendo la movilización, consiguiendo pequeños éxitos y resultados que den confianza, y animen a sectores amplios a la participación, al compromiso social y político. Y necesita organizarse para progresar.

Los procesos de confluencia consiguen más audiencia, en especial entre la gente trabajadora, que las tentativas de progresar al margen o en contra de las organizaciones existentes. Francesc MS

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Artículo resumido en LA AURORA.