El PP señala y los grupos fascistas, actúan. En esta campaña electoral, Rajoy y los suyos se han lanzado por la pendiente de los ataques verbales contra los inmigrantes. Amparados en ese discurso, los fascistas convocan supuestos actos políticos que son en realidad auténticas provocaciones racistas y xenófobas en los barrios obreros de Madrid; es decir, en aquellos lugares que reúnen una mayor concentración de nuevos madrileños, de inmigrantes.
El viernes fue Lavapiés, pero en diciembre fueron Legazpi, Cuatro Caminos y Usera. El viernes “sólo” hubo heridos y 7 detenidos por intervención de la policía contra aquellos jóvenes demócratas y antirracistas que respondían legítimamente con su presencia y sus consignas a la provocación ultraderechista.
El pasado diciembre, un fascista, miembro del ejército español, armado de un cuchillo asesinó a Carlos Javier Palomino.
Son inadmisibles los discursos de Rajoy y las manifestaciones de los fascistas al cobijo de las palabras del PP y la actitud de los jueces y la Delegación del Gobierno de Madrid que legalizan tales acciones racistas en aquellos lugares en los que la convivencia siempre se encuentra más a prueba.
La defensa de los más elementales valores democráticos y de la igualdad entre las personas no puede recaer únicamente en aquellos jóvenes más dispuestos a hacer frente a las provocaciones racistas.
Sólo respondiendo todos juntos se podrá ahogar socialmente el discurso xenófobo y anti-emigrante del PP y a quienes actúan como si fueran sus matones de camisa parda y pelo rapado, sembrando el miedo y la división en nuestros barrios, entre nuestra gente.
Las grandes organizaciones de los trabajadores, empezando por los sindicatos y los partidos, deben dar respuesta contundente a tanta provocación antidemocrática, organizando actos, estableciendo tomas de poción y convocando grandes manifestaciones y acciones de calle que muestren la unidad de los trabajadores, el compromiso con los derechos democráticos y el rechazo a las provocaciones que quieren destruir la convivencia en nuestros barrios.
La delegada del Gobierno debe ser cesada y la actitud de la judicatura y la Junta Electoral Provincial, denunciada. Nada avala que se defienda la desigualdad entre las personas, el racismo y la provocación contra el de fuera.
La energía y sana rabia de los jóvenes contra los cachorros fascistas en la calle tiene el día 9 de marzo un nuevo campo de batalla, el de la papeleta. Allí, en las urnas, debemos responder también. No será ese voto una acción directa contra los fachas, pero sí irá directamente contra el corazón de quienes les amparan, alimentan y cobijan.
Votar el día 9 y votar a IU representa el mejor medio para, en ese plano, cerrarles la puerta.
Echarles de nuestras vidas exige una gran movilización de la izquierda en todos y cada uno de los campos de nuestra sociedad.
Comité de Madrid del
Partido Obrero Revolucionario (POR) – Cuarta Internacional
1 de marzo de 2008.
VOTA IU
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