El presidente de
Albert Domènech | Barcelona | 23/01/2008 |
En Barcelona viven actualmente más de 13.000 pakistaníes, de los cuales un 42% están afincados en el distrito de Ciutat Vella. No es de extrañar que el barrio del Raval esté viviendo estos últimos días una situación delicada, después de las catorce detenciones producidas el pasado sábado de miembros musulmanes supuestamente relacionados con una trama de terrorismo islamista. Las primeras informaciones hablan de la posibilidad de que los detenidos-entre los que hay doce pakistaníes- quisieran atentar contra una mezquita de Barcelona, una idea que descarta el presidente de
Javed Ilyas es el presidente de
-¿Ha detectado algún episodio xenófobo en el barrio del Raval desde que se produjeron las detenciones?
-Creo que la gente recibe tantas noticias en referencia a este tema que ya está más que acostumbrada. La actitud de la gente catalana ha cambiado mucho y sabe perfectamente que el hecho de que exista algún radical musulmán no significa que se tenga que sacrificar a toda una comunidad como la nuestra. Quiero dar las gracias a la gente catalana de la calle que no ha cambiado su actitud con nosotros, a pesar del revuelo del tema, y que nos sigue recibiendo como antes. Incluso ha habido gente que se ha preocupado
-¿Cree que la policía se precipitó al hacer las detenciones?
-Sí, completamente. Estamos especialmente enfadados
-Habla del nieto de Ayub, dueño de una de las pastelerías del barrio y que lleva más de 30 años en la ciudad. ¿Le conoce personalmente?
-Sí, claro. Vamos a menudo a su pastelería y solemos tomarnos algo con la gente de la asociación. Incluso hemos llevado muchas veces a gente de aquí para que prueben los dulces autóctonos del Pakistán. Ahí hablamos tranquilamente y pasamos el rato.
-¿Le sorprendería entonces que Ayub estuviera implicado en alguna operación terrorista?
-Mucho. Para mí es muy duro y para la gente de nuestra asociación también. Una de nuestras funciones es hacer agrupaciones de familia y recuerdo que hace poco vino otra de las personas que fueron detenidas. Tiene 27 años y preparé todos sus papeles para que pudiera venir a vivir aquí. Estaba muy feliz
-¿Cómo ha recibido su colectivo la noticia de que el supuesto atentado que se estaba preparando fuera contra la misma comunidad musulmana?
-Es muy difícil, para nosotros esta noticia ha sido un golpe muy duro. Creo que no puede ser cierta
-Ambas son de ideología sunita. ¿Qué les diferencia entonces?
-Básicamente diferencias relacionados con las creencias religiosas más prácticas. Uno de los colectivos piensa que Mahoma sigue vivo, mientras que el otro cree que su ideología es lo que pervive, no Mahoma. Una de las comunidades va al cementerio a rezar y la otra cree que no hay que ir a ningún cementerio para hablar directamente con Dios. Detalles así.
-Cuando usted llegó a Barcelona en 1992 sólo existía una mezquita. ¿Era más fácil la integración entre comunidades de esta forma?
-Ahí no me meto
-¿Usted sería partidario de vigilar las mezquitas?
-Más que vigilar se tendría que controlar el discurso del imán y asegurarse de que hable muy bien el castellano. También soy partidario de cambiar el imán de cada mezquita periódicamente, cada dos o tres años, como máximo, creo que así sería mejor para nuestra comunidad y para todos.
-Existe cierto recelo
-Hace muchos años que Pakistán está gobernado
-Por muy inocente que sea no deja de ser odio. Es un problema de raíz, no de integración…
-Exactamente. Cuando llegué
-Suele pasar. También hay en España quien se dedica a desgastar la imagen de Cataluña a base de informaciones difusas y manipuladas…
-Lo sé, también lo he vivido. Mira, aquí hay bastantes pakistaníes que creen en una política para su país mucho más centralista y piden un Pakistán fuerte sin derechos para las comunidades. Cuando hablo con mis amigos sobre este tema siempre les pongo el ejemplo de Catalunya, que quiere preservar su derecho sobre conceptos como la lengua o la economía, pero eso no significa ir en contra de España, simplemente existe otra política y otro pensamiento, nada más. Para mí Cataluña es un ejemplo vivo.
-Nacionalismos al margen, ¿tienen ustedes pensado hacer alguna manifestación para expresar la opinión de la comunidad pakistaní acerca de todo lo sucedido?
-De momento no, ha habido algunos grupos que se han dirigido a la asociación para que montáramos algún acto, aunque yo les he dicho que ahora no es el momento de hacer ninguna acción hasta que no haya una resolución definitiva
-¿Qué pasará si se vincula alguno de los miembros pakistaníes detenidos con una trama terrorista?
-Nada, si es así hay que castigarlo y
-La presidenta de
-Los pakistaníes tienen una fama de ser una comunidad muy cerrada, recta, religiosa y apartada del resto de las comunidades…
-Y…
-Y eso es así. Ahora, se tiene que pensar
-¿Por qué?
-La asistencia a las mezquitas es cada vez mayor, esto significa que hay que controlar el discurso del imán que quiere difundir, en muchas ocasiones, una cultura propia de hace muchos siglos. Es un discurso cada vez más caduco al que se exponen cada día millones de pakistaníes que ven como se les coarta su libertad. Un imán nunca te dirá que España es un país laico.
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