La noticia de la condena de Atutxa, Knorr y Kontxi Bilbao por no haber obedecido la orden de disolución del grupo parlamentario de Batasuna en el Parlamento Vasco es un durísimo ataque de la derecha judicial en el Tribunal Supremo.
Esta sentencia demuestra la escasa calidad de nuestra democracia y la ofensiva de la derecha judicial que hace lo que le da la gana. Voy a comentar algunas ideas elementales de crítica a esta sentencia desmesurada:
1º.- El Parlamento vasco es un poder del Estado que no está sometido en su autorganización a ningún otro. Quien establece cómo se constituyen los grupos parlamentarios en su seno es el Reglamento que es una ley y, como tal, debe ser cumplida.
2º.- Partido político y grupo parlamentario no son la misma cosa ni coinciden necesariamente. En mayo de 1983 se disolvió la UCD en el Congreso de Palma de Mallorca y ello no impidió que durante el resto de la legislatura -hasta 1986 en que se celebraron nuevas elecciones- siguiese existiendo el grupo centrista (con Landelino Lavilla a la cabeza).
3º.- La disolución de un partido no conlleva necesariamente la del grupo parlamentario en la que sus diputados se hayan integrado porque estos no pierden sus derechos como diputados.Es el colmo que el Tribunal Supremo se inmiscuya en si algunos diputados del Parlamento Vasco se adscriben a un grupo llamado "Socialista Aberzaleak" o son forzosamente adscritos a otro llamado "Mixto" o "No Inscritos".En ambos casos conservarían todos sus derechos parlamentarios (de iniciativa parlamentaria, control al ejecutivo, participación en las comisiones y en los plenos, etc.).
4º.- La anterior sentencia del T.S. sobre la disolución del grupo parlamentario "Socialista Abertzaleak" _*es de imposible cumplimiento*_ porque nadie ajeno al propio reglamento de la Cámara vasca puede decidir sobre la materia.
5º.- Es inadmisible que diputados electos por los ciudadanos -como Kontxi Bilbao que es diputada por Ezker Batua- pierdan sus derechos por un delito de "desobediencia" fabricado explícitamente desde una acusación "popular" de extrema derecha.
6º.- Cuando ilegalicen al PCTV, volverá a repetirse la historia porque el grupo parlamentario en el que se integran quienes fueron elegidos diputados vascos por esas siglas (Ezker Abertzalea) pretenderán disolverlo y lógicamente el Parlamento Vasco debe volver a negarse a cumplir la nueva sentencia.
7º.- Dado como respiran los magistrados del Supremo sean "/progresistas/"o "/conservadores/" no es de extrañar la nula confianza en la democracia española de amplios sectores del pueblo vasco, con las consecuencias políticas imaginables para todos.
8º.- ¿Cuántas sentencias del Tribunal Supremo y de muchos otros tribunales no se han ejecutado nunca sin que pasase nada?. ¿Tan grave es incumplir una sentencia de consecuencias políticas nulas (véase punto 3º) y que lleva a la muerte civil de Kontxi Bilbao a la que no sólo se le priva de su acta de diputada electa sino que pierde el trabajo -es funcionaria y queda inhabilitada-?.
9º.- El Tribunal Supremo se salta a la torera su propia jurisprudencia. Se reinterpreta la "doctrina Botín", por la que se absolvió a este, alegando que la mera actuación de la acción popular no es suficiente para iniciar un juicio.Es un gravísimo precedente que da la iniciativa judicial a las organizaciones sociales de la derecha para perseguir judicialmente la acción de gobierno o la legislativa. El "sindicato" Manos Limpias es un fiel exponente de este tipo de grupos de extrema derecha. Fue esta organización la que inició la acción popular mientras que el fiscal -que es quien defiende en el proceso judicial el interés
general- se inhibía.
Es necesaria una amplia movilización en defensa de la democracia y en solidaridad con nuestra compañera Kontxi Bilbao. El sábado 27 de enero se celebró una manifestación en Bilbao contra la sentencia y en solidaridad con los condenados a la que asistieron 50.000 personas".
Saludos, Javier Cobo
28 de enero de 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario