lunes, 9 de febrero de 2009

Elecciones con democracia recortada

El escenario en el que se preparan las elecciones autonómicas vascas no es nada halagüeño. El Estado monárquico español pincha en la Comunidad Autonómica Vasca como Estado de derecho democrático.

El gobierno español se mantiene en una espiral de ilegalizaciones, como laberinto inextricable, con su incapacidad de reconocer y tolerar legalmente a un tipo de Sinn Fein vasco, una entidad política con actividad democrática, que permitiera disponer de un interlocutor válido y representante de un segmento significativo de la ciudadanía vasca.

En Euskadi no hay libertad democrática de decidir como pueblo, por imposición de la Constitución española, y por la negativa a introducir en la misma el derecho de autodeterminación, pero también por la cerrazón del gobierno español del PSOE de Zapatero que impide cualquier vía de consulta. Los beneficiarios de esta política reaccionaria son la burguesía centralista nacional españolista y el PP. Los perjudicados son el pueblo vasco y el español, la clase trabajadora en el Estado, e incluso el PSOE, pues ha de dar oxígeno a la más rancia derecha española.

El bloqueo, por parte del Tribunal Supremo a instancias del gobierno español, de la iniciativa de Consulta sobre el derecho a decidir, conocida como el Plan del Lehendakari Ibarretxe, anula la posibilidad de avanzar a un horizonte democrático en condiciones de libertad.

Tampoco hay libertad de elección de opción política. Entre el 10 y el 20 % de la representación política ciudadana, la que corresponde a la opción de la izquierda abertzale, independentista pan-vasca de Batasuna (ilegalizada el 2003), queda excluida por prohibición estatal. La ausencia forzada, antidemocrática, de EAHK, ANV, Euskal Herritarrok, Herri Batasuna, Abertzale Sozialisten Batasuna, AuB, Aukera Guztiak, y ahora el proceso de anulación de D3M y Askatasuna, vician de raíz los resultados electorales.

Esto significa que se tiende a grandes zancadas a unas elecciones vascas en las que el PSE/PSOE amaña el terreno y las condiciones de juego. Por supuesto, de hecho se elimina a una parte de la población que no le es afín. El intento, más bien ilusorio, quizás sea conseguir un sorpasso y convertirse en la principal fuerza política vasca. De esa manera, si el PSOE superase al representante de la burguesía vasca nacional, al PNV, le permitiría una posición dominante y forzar unas alianzas más acordes con los intereses del Estado, aunque fuesen en detrimento de la aspiración mayoritaria por el autogobierno de la población vasca.

Vamos a unas elecciones truculentas, viciadas por la distorsión antidemocrática y dictatorial de la Ley de Partidos políticos de 2002. En este contexto conviene defender y sostener las candidaturas trabajadoras de la izquierda transformadora como EBB.

Callejón sin salida

El presidente del gobierno español, Zapatero, se aleja de una vía irlandesa, en el sentido del diálogo y la negociación política para resolver las relaciones, el encaje se dice, entre el Estado y el pueblo español, y el pueblo vasco y sus instituciones políticas, en la actualidad regionales-autonómicas en España, y regionales en Francia.

Se niega la posibilidad de la Consulta vasca institucional autonómica. Se elimina por ilegalización las tentativas de una interlocución política, es decir se apuesta por la vía policial, cuya violencia puede ser muy prolongada. Entonces se cercena la vía en los marcos legales, incluso de la democracia monárquica española.

Al parecer no se tiene en cuenta el sentimiento o conciencia mayoritaria en la sociedad vasca de buscar perspectivas pacíficas, es decir sin atentados y muertes, para resolver su relación con o en España. El terrorismo individual, los atentados y las muertes que ocasiona ETA, se convierten en una justificación para impedir la libertad de la ciudadanía y del pueblo vasco. La tutela estatal es la negación democrática en Euskadi. El antiterrorismo, esta política y medios que avala la ilegalización continua de cada opción política de este sector de la izquierda abertzale, es la bandera que levanta y sustenta la pero demagogia reaccionaria españolista contra el pueblo vasco en su conjunto.

Las ilegalizaciones, los bloqueos constitucionales, y eliminar los cauces para el diálogo, conducen a un callejón sin salida en los actuales parámetros gubernamentales. Callejón sin salida al que no se sustrae la dirección de ETA, con su práctica terrorista que impele a que la mayoría de la izquierda abertzale actúe políticamente; Arnaldo Otegi señaló que era el flanco más débil del Estado, lo cual profundizaba la división interna o la desmoralización.

Ahora bien, se mueven los actores sociales y se renuevan ciertas perspectivas, como en la esperanzadora respuesta conjunta de todos los sindicatos vascos (con excepción de la UGT) en solidaridad con HIRU (Sindicato de camioneros autónomos), lo cual señala el camino a seguir frente a la crisis.

En algún momento habrá que dar marcha atrás o derribar los muros que bloquean.

Disyuntiva

La irrupción de la crisis económica abre un nuevo frente, diferente de la confrontación democrática nacional entre Estado y Autonomía. La cuestión económica empieza a ocupar la principal preocupación de la población. Este elemento suscita una separación objetiva entre los intereses populares sociales trabajadores y los intereses de los negocios y empresas de las clases burguesas vascas. Esta contradicción entre el trabajo y el capital vasco, abre una tendencia a repercutir en una distancia de la población con el PNV, y con un gobierno hegemonizado por el PNV.

Un nuevo signo ha sido el alineamiento del PNV con el PSOE al apoyar y votar los Presupuesto Generales del Estado en el Parlamento español. Mientras Izquierda Unida, la organización hermana de EBB, rechazaba esos Presupuestos por inadecuados para la población trabajadora con una propuesta a la totalidad, y los votaba en contra en el Parlamento y en el Senado.

El coordinador de Ezker Batua Berdeak ha comprometido la apuesta por la movilización como eje de la campaña electoral, para defender las posiciones trabajadoras en el País Vasco.

La cuestión democrática nacional y de la paz seguirá en primerísimo término, incluso puede agudizarse si hay movilización trabajadora social, pero entramos en un nuevo escenario donde la cuestión social va a ganar cada día en prioridad y necesidad.

Una doble situación de crisis. La económica y la nacional, cual espada de Damocles. La situación social y laboral, la defensa y progreso en los puestos de trabajo serán el nudo gordiano a deshacer por las clases trabajadoras. EBB representa una fórmula de compatibilizar la propuesta social con la nacional, la de defender la relación con las clases trabajadora sen el conjunto del Estado, mientras se defiende la libertad para Euskadi.

En esta evolución la izquierda trabajadora vasca, y por lo tanto EBB, necesitará tener muy en cuenta este factor social en las elecciones y en su desenlace. Las alianzas sociales y políticas varían con las necesidades objetivas. Los pactos parlamentarios y las alianzas gubernamentales quizás no podrán ser los mismos.

Francesc Matas Salla

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