El escenario en el que se preparan las elecciones autonómicas vascas no es nada halagüeño. El Estado monárquico español pincha en
El gobierno español se mantiene en una espiral de ilegalizaciones, como laberinto inextricable, con su incapacidad de reconocer y tolerar legalmente a un tipo de Sinn Fein vasco, una entidad política con actividad democrática, que permitiera disponer de un interlocutor válido y representante de un segmento significativo de la ciudadanía vasca.
En Euskadi no hay libertad democrática de decidir como pueblo,
El bloqueo,
Tampoco hay libertad de elección de opción política. Entre el 10 y el 20 % de la representación política ciudadana, la que corresponde a la opción de la izquierda abertzale, independentista pan-vasca de Batasuna (ilegalizada el 2003), queda excluida
Esto significa que se tiende a grandes zancadas a unas elecciones vascas en las que el PSE/PSOE amaña el terreno y las condiciones de juego. Por supuesto, de hecho se elimina a una parte de la población que no le es afín. El intento, más bien ilusorio, quizás sea conseguir un sorpasso y convertirse en la principal fuerza política vasca. De esa manera, si el PSOE superase al representante de la burguesía vasca nacional, al PNV, le permitiría una posición dominante y forzar unas alianzas más acordes con los intereses del Estado, aunque fuesen en detrimento de la aspiración mayoritaria
Vamos a unas elecciones truculentas, viciadas
Callejón sin salida
El presidente del gobierno español, Zapatero, se aleja de una vía irlandesa, en el sentido del diálogo y la negociación política para resolver las relaciones, el encaje se dice, entre el Estado y el pueblo español, y el pueblo vasco y sus instituciones políticas, en la actualidad regionales-autonómicas en España, y regionales en Francia.
Se niega la posibilidad de
Al parecer no se tiene en cuenta el sentimiento o conciencia mayoritaria en la sociedad vasca de buscar perspectivas pacíficas, es decir sin atentados y muertes, para resolver su relación con o en España. El terrorismo individual, los atentados y las muertes que ocasiona ETA, se convierten en una justificación para impedir la libertad de la ciudadanía y del pueblo vasco. La tutela estatal es la negación democrática en Euskadi. El antiterrorismo, esta política y medios que avala la ilegalización continua de cada opción política de este sector de la izquierda abertzale, es la bandera que levanta y sustenta la pero demagogia reaccionaria españolista contra el pueblo vasco en su conjunto.
Las ilegalizaciones, los bloqueos constitucionales, y eliminar los cauces para el diálogo, conducen a un callejón sin salida en los actuales parámetros gubernamentales. Callejón sin salida al que no se sustrae la dirección de ETA, con su práctica terrorista que impele a que la mayoría de la izquierda abertzale actúe políticamente; Arnaldo Otegi señaló que era el flanco más débil del Estado, lo cual profundizaba la división interna o la desmoralización.
Ahora bien, se mueven los actores sociales y se renuevan ciertas perspectivas, como en la esperanzadora respuesta conjunta de todos los sindicatos vascos (con excepción de
En algún momento habrá que dar marcha atrás o derribar los muros que bloquean.
Disyuntiva
La irrupción de la crisis económica abre un nuevo frente, diferente de la confrontación democrática nacional entre Estado y Autonomía. La cuestión económica empieza a ocupar la principal preocupación de la población. Este elemento suscita una separación objetiva entre los intereses populares sociales trabajadores y los intereses de los negocios y empresas de las clases burguesas vascas. Esta contradicción entre el trabajo y el capital vasco, abre una tendencia a repercutir en una distancia de la población con el PNV, y con un gobierno hegemonizado
Un nuevo signo ha sido el alineamiento del PNV con el PSOE al apoyar y votar los Presupuesto Generales del Estado en el Parlamento español. Mientras Izquierda Unida, la organización hermana de EBB, rechazaba esos Presupuestos
El coordinador de Ezker Batua Berdeak ha comprometido la apuesta
La cuestión democrática nacional y de la paz seguirá en primerísimo término, incluso puede agudizarse si hay movilización trabajadora social, pero entramos en un nuevo escenario donde la cuestión social va a ganar cada día en prioridad y necesidad.
Una doble situación de crisis. La económica y la nacional, cual espada de Damocles. La situación social y laboral, la defensa y progreso en los puestos de trabajo serán el nudo gordiano a deshacer
En esta evolución la izquierda trabajadora vasca, y
Francesc Matas Salla
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